Fisioterapia proviene del griego Physis (naturaleza) y Therapéia (tratamiento), es una disciplina de la salud que ofrece una alternativa terapéutica, no farmacológica, para paliar los síntomas de múltiples dolencias, tanto agudas como crónicas.

El fisioterapeuta es un profesional sanitario con formación universistaria. Sus competencias por tanto quedan recogidas en la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias.

Nuestro modo de actuación: como fisioterapeutas estableceremos  una valoración e historia clínica personalizada a cada paciente y para poder emitir el diagnóstico fisioterápico.

En función del cual, plantearemos unos objetivos terapéuticos y diseñaremos un plan de tratamiento.

Sin olvidar que nuestra actuación tiene un papel fundamental en el ámbito de la prevención, ayudando a conservar un óptimo estado general de salud.

La fisioterapia no se limita a un conjunto de procedimientos o técnicas, sino que constituye un profundo conocimiento del ser humano, tratando a las personas en su globalidad biológica, psicológica y social.

Sin duda, nuestra herramienta principal es la mano, y en consecuencia el tratamiento será eminentemente manual.

Definición de la Confederación mundial de Fisioterapia (1967): “Arte y ciencia del tratamiento físico. Comprende el conjunto de técnicas que mediante la aplicación de agentes físicos curan, previenen, recuperan y readaptan a los pacientes susceptibles de recibir tratamiento físico”.